[4] Aunque según ese decreto se prohibían monasterios y los conventos dedicados solo a la vida monástica, el gobierno no vigiló estrictamente esa prohibición.
En 1901 el denominado proceso del cónsul Calmon (1899-1901), dio lugar al estallido de revueltas anticlericales.
[5] El papa, en esta encíclica, se refiere directamente a este decreto, mostrando su preocupación la situación creada, y pide al episcopado que pongan los medios necesarios para que puedan mantenerse las órdenes religiosas en el país.
En la carta a la que se refiere el papa el episcopado portugués había manifestado su preocupación por decretos contra las órdenes religiosas aprobados recientemente en ese país.
pues ellos estando más cerca, pueden ponderar mejor la situación y las intenciones de las autoridades civiles.