Nicolás Nikoláyevich Románov el Joven

Al producirse la Revolución de 1905, el zar Nicolás se negaba a aplicar las reformas del conde Serguéi Witte y le pidió instaurar una dictadura militar, confiando en su prestigio entre la milicia.

Desde su puesto, era el responsable de dirigir las fuerzas rusas contra los Imperios Centrales —Alemania, Austria-Hungría y Turquía—.

Sin embargo, su papel se limitó a escoger entre los distintos planes de guerra que le presentaban generales del ejército.

En mayo de 1915, el zar retiró del mando al Gran Duque.

En una de sus cartas, el zar menciona que su primo solicitó ser relevado del mando por alguien más capaz, incluso entre lágrimas.

En agosto de 1915, el Gran Duque fue enviado al Cáucaso, asentándose en Tiflis hasta 1917.

En marzo, Nicolás se reunió con su hermano, Pedro Románov, y el hijo de éste, Román.

Nicolás debía acudir a Maguilov para asumir el cargo de comandante supremo, pero recibió una carta del príncipe Gueorgui Lvov donde se le informaba de que su cargo como comandante supremo era revocado.

En 1922 fue proclamado emperador por el general Mijaíl Diterikhs del Zemski Sobor de Priamursk.

El gran duque, en el centro, junto al zar Nicolás —segundo por la derecha— un año antes del estallido de la Primera Guerra Mundial .
El Gran Duque Nicolás Nikoláyevich y la duquesa Anastasia de Montenegro a bordo del HMS Marlborough escapando de Crimea (8 de abril de 1919)