Su padre fue el conde Girolamo Morone, quien había sido gran canciller de Milán.
Una vez libre, el conde se vio obligado a trasladarse con su familia a la ciudad de Módena, donde Giovanni recibió los primeros años de formación.
En primer lugar, fue enviado ante el rey de Francia, Francisco I para intentar arreglar la paz con el emperador;[4] y luego fue enviado como nuncio en 1536 ante Fernando I, emperador del Sacro Imperio.
Entre 1539 y 1540 estuvo en Hagenau con la intención de recuperar el territorio para la fe católica.
Su empeño por la formación del clero le llevó a fundar el seminario diocesano.
Cabe resaltar que el cardenal Reginald Pole, amigo de Morone, también fue investigado por supuesta herejía.
[16] La fiscalía fracasó por completo, pues los Cardenales no encontraron motivos para condenarlo.
Se cree que Pablo IV publicó su Cum ex officio apostolatus[17] para evitar que el cardenal Morone fuese elegido papa en el próximo cónclave.
[24] Por esa razón presidió el cónclave de 1572, que eligió a Ugo Boncompagni como papa Gregorio XIII.
En octubre de 1579, el mismo Cardenal Obispo presidió algunas sesiones.
[27] Morone fue capaz de llevar la paz a la ciudad con una nueva constitución civil escrita en su mayor parte por él.
Al año siguiente participó en la Dieta de Ratisbona, en presencia del emperador Maximiliano II, y su sola presencia tenía el efecto de calmar a los participantes.
En 1578 fue enviado a Flandes para restaurar la paz en ese territorio, sin embargo, en esta ocasión, no pudo lograr su objetivo.