El nombre de esta colina parece derivar del dios bifronte latino llamado Jano; la leyenda dice que tal deidad había fundado allí una población llamada Ianiculum, aunque solamente se conoce que existía un altar dedicado a un, también mítico, hijo de Jano: Fons o Fontus.
Los restos descubiertos de este santuario se encuentran en la colección egipcia del Palazzo Altemps.
Sólo desde el Quattrocento, esto es, en pleno apogeo del Renacimiento y ya finalizada la Edad Media, comenzaron a construirse algunas importantes casas de familias acomodadas, como las que diseñara el arquitecto Giulio Romano.
Posee asimismo el Janículo edificios barrocos y una fontana (la llamada Acqua Paula) mandada construir por el papa Paulo V a fines del siglo XVII, así como varios edificios que albergan instituciones culturales (por ejemplo la Academia de España).
En 1903 esta especie de ritual fue trasladado al Monte Mario por unos meses y en 1904 pasó al Janículo y allí continuó hasta 1939, año en el que la Segunda Guerra Mundial se iniciaba y se suspendió el uso del antiguo cañón para evitar confusiones, tal cañón se encuentra casi al pie de la estatua de G. Garibaldi.