Se encontraba corriente abajo del posterior puente Emilio, con el cual se lo confunde a veces, y era parte de la via Latina, que a su salida empalmaba con la via Cassia, el antiguo camino etrusco hacia Veyes.
[6] Posteriormente y hasta finales del siglo XIX, se veían los restos de sus pilares sobre el río, que fueron demolidos en 1878.
Estas ruinas, llamadas Sublicius lapideus,[7] fueron la base para el famoso dibujo de Friedrich Polack (publicado en 1896) donde se las interpretaba, errónamente, como parte de un muelle en la orilla derecha del Tíber; el resto del dibujo, sin embargo, es bastante correcto en sus detalles.
Según este autor del siglo I, después del derrocamiento de la monarquía romana en 509 a. C. y el establecimiento de la República Romana; la familia real fue exiliada y el monarca depuesto, Tarquino el Soberbio, buscó ayuda militar para recuperar el trono.
Cuando el puente Sublicio colapsó, Horacio se arrojó al río y ganó, nadando, la orilla opuesta.
Según el relato de Plutarco,[9] Cayo Graco escapó hacia el puente, considerado sagrado, perseguido por sus rivales políticos.
Sin embargo, en un artículo de 2004. el investigador Pier Luigi Tucci, afirmó que los fragmentos 138 a - f y 574 a – b de la misma, muestran un camino, en la margen derecha del Tíber, frente al Aventino, que no cruza el puente Emilio, como se pensaba, sino el Sublicio.
Además, Charles Le Brun, Luca Cambiaso y Ludwig Refinger, entre otros han abordardo el asunto.