Comunicaba la ciudad con el puerto de Ostia Antica, a 30 kilómetros.
La vía se iniciaba cerca del foro Boario, pasaba entre el Aventino y el río Tíber por su lado este y dejaba las murallas Servianas a través de la puerta Trigemina.
Al final del Imperio romano, con el declive económico y social de Roma y la consecuente merma en el tráfico con el puerto de Ostia, la vía decayó en su importancia.
En tiempos de Constantino el Grande adquirió mayor importancia la vía Portuensis.
En su camino pasa por la Basílica de San Pablo Extramuros y su abadía.