Propugnó tanto en su famosa Poética (1529) como en su práctica literaria (su tragedia Sofonisba (1524) sigue las tres unidades aristotélicas) la vuelta a los modelos formales clásicos grecolatinos en temas, estilo, lenguaje y géneros literarios, lo que le llevó a estar interesado en las obras Griegas y Romanas.
Trissino estudió griego en Milán bajo la guía de Demetrio Calcocondilas y filosofía en Ferrara con Niccolò Leoniceno.
De estos maestros extrajo un amor sin límites por los clásicos grecolatinos y en especial por la lengua griega.
En esta destaca su tragedia Sofonisba (1524), que fue la primera estrictamente clasicista del Cinquecento: sigue los criterios de Aristóteles en su Poética y las tres unidades y además empleó endecasílabos blancos para intentar reproducir el ritmo métrico del hexámetro.
Inspirada en un pasaje del historiador romano Tito Livio, fue dedicada al papa León X, leída ante el mismo pontífice y representada en Francia.