Su nombre se debe a una mala grafía del nombre de Merlín, hechicero de las leyendas artúricas.
Era muy cercano a su tío, Octavien de Saint-Gelais (1468-1502), obispo de Angulema desde 1494, y también poeta que había traducido la Eneida al francés.
Regresó a Francia hacia 1523 y pronto, por su habilidad con los versos ligeros, supo hacerse apreciar en la corte de los Valois en la que Francisco I amaba y protegía las artes.
Fue capellán del Delfín, abad de Reclus en la diócesis de Troyes y bibliotecario del rey en Blois.
Tradujo el Sofonisba de Gian Giorgio Trissino (1478-1550), que se representó en Blois en 1556 ante Catalina de Médicis.