Dolendo (hacia 1571-1626); después Peter Kouwhoorn le inculcó el arte de la pintura sobre vidrio.
Fue sorprendentemente escrupuloso con sus herramientas y las condiciones de trabajo, con particular horror hacia el polvo.
Pintó numerosos temas, pero es más conocido por sus interiores domésticos, que por lo general, contienen pocas figuras enmarcados por una ventana o por las faldas de una cortina, y rodeadas de libros, instrumentos musicales, o toda la parafernalia del hogar, todo minuciosamente representado.
Generalmente se considera que sus obras maestras son La mujer hidrópica (1663) y La cocinera holandesa (1650) ambas en el Museo del Louvre, París.
Dou tenía un taller con muchos alumnos que perpetuaron su estilo y continuaron la tradición fijnschilder (buen pintor) de Leiden hasta el siglo XIX.