[1] Tradicionalmente, el arte se ha producido por la demanda y el apoyo de las clases altas, debido tanto a requisitos económicos como porque era empleado con fines propagandísticos y decorativos asociados al poder.
Así ocurría ya en la época de los faraones, en Mesopotamia y en todas las civilizaciones antiguas, incluyendo las precolombinas.
Casi todos los grandes museos europeos estatales deben su origen al coleccionismo desarrollado por los reyes y gobernantes.
Es en los siglos XIX y XX cuando surgen museos creados o impulsados por coleccionistas particulares ajenos a la realeza.
Algunas se han mantenido unidas gracias a su exhibición en museos públicos, tras donación o compra.