Se inauguró en 1986 con la colección privada del empresario Franz Mayer Traumann (1882-1975), de origen alemán.
[1] La colección comprende piezas de distinta procedencia, materiales y estilos desde el siglo XVI al siglo XIX, principalmente de México, Europa y Oriente.
El museo ofrece exposiciones temporales, visitas guiadas, cursos, conferencias, conciertos, talleres infantiles, así como actividades especiales para sus afiliados.
El Fideicomiso Cultural Franz Mayer, tras un año de arduo trabajo, dejó en su máximo esplendor este emblemático edificio para albergar al museo y sus colecciones.
[3] La colección permanente del museo Franz Mayer está compuesta por objetos que abarcan seis siglos de creación e innovación en los ámbitos del arte y el diseño.
Conformada en su mayoría por piezas litúrgicas (cálices, lámparas votivas, candeleros, custodias, cruces procesionales, entre otros) y también por una importante cantidad de platería civil.
Las piezas en su mayoría pertenecen a Nueva España, sin embargo, también existen ejemplares de Alemania y Guatemala, entre otros lugares.
El museo Franz Mayer se caracteriza por su rica colección de mobiliario, en la que se pueden encontrar mesas, sillas, escritorios, papeleras, cofres, baúles, arcones, etcétera.
La colección cuenta con obras de autores europeos y mexicanos, cuya producción abarca del siglo XV al XX.
Entre quienes produjeron su obra en México destacan Juan Correa, Miguel Cabrera, Pelegrín Clavé, José María Velasco, entre otros.
En 2012, el museo recibió en comodato, a través de la familia Ulrich, un total de 1,583 obras elaboradas por el diseñador y platero neoyorkino William Spratling.
Nacido en Mannheim, Alemania, Franz Mayer llegó a México en 1905 y en 1933 se naturalizó mexicano.