El clavel o clavelina[1] (Dianthus caryophyllus) es una planta herbácea perteneciente a la familia de las Caryophyllaceae, es considerada como flor del agua, difundida en las regiones mediterráneas.
Sus hojas son lineales, angostas, opuestas y envainadoras, más anchas las basales que las caulinares.
El clavel silvestre se encuentra en los países mediterráneos de Turquía, Croacia, Albania, Grecia, Italia y España.
[4] Requiere riego regular, pero evitando el encharcamiento, por lo que su cultivo debe realizarse en un suelo bien drenado.
Se trata de una planta heliófila, por lo que requiere exposición plena a la luz solar.