Se esmeraron por crear una reproducción de la realidad tan natural como fuera posible en sus obras meticulosamente ejecutadas y realizadas, mayoritariamente en escala pequeña.
A pesar de que en el siglo XVII, como en el holandés moderno, el término fijnschilder soliá diferenciar entre un pintor que practica técnicas clásicas y (en este caso) de brocha gorda, en el siglo XIX se volvió una etiqueta para artistas como Gerrit Dou y sus seguidores en Leiden.
Dou, Frans van Mieris Sr y Adriaen van der Werff —todos entre los más exitosos del Barroco holandés—se volvieron identificables por su estilo " fino", sus técnicas exquisitas y la atención extrema que dedicaban en los detalles dando como resultado trabajos con superficies lisas que carecen de pinceladas visibles.
Otros artistas que trabajaron en este estilo incluyen a Godfried Schalcken, Quirijn van Brekelenkam y, a veces, Gabriel Metsu.
Los fijnschilders son conocidos por pintar escenas de género que representan la vida cotidiana y sus actividades, escenas nocturnas a la luz de las velas, y pinturas "nicho" trompe-l'œil.