Está integrado por Ignacio Padilla, Jorge Volpi, Eloy Urroz, Pedro Ángel Palou, Ricardo Chávez Castañeda y Vicente Herrasti.
El Manifiesto tenía asimismo la intención de retomar la estética del boom latinoamericano.
[2] Se trata de un texto muy singular, pues está constituido por cinco fragmentos: "no hay un profeta, sino muchos".
[3] Pretendía provocar una fisura en la tradición literaria inmediata anterior para regresar a lo que se identificaba como la mejor literatura, que según los autores comprende sobre todo las obras de los clásicos.
[6][7] Se proponía presentar ante el panorama literario mexicano un grupo de novelas cuya afinidad no era casual y que por eso sorprendieron.