También mostró aptitudes para el dibujo en la escuela de Francisco Flores.
En 1914, contando con 11 años, pinta su primer cuadro al óleo, “El pescador”.
Tras no encontrar futuro en la capital y gracias a los conocimientos del francés de su infancia, en 1926 se mudó a París, donde trabajó en encargos publicitarios, reproduciendo obras del museo Jeu de Paume, realizando retratos callejeros o vendiendo telas.
Además, introdujo la innovación que revolucionaría los distritos fogueriles y a los falleros valencianos, apelando a las Hogueras del tablado tradicional sobre el que estaban ubicadas, por lo que a partir de entonces ya no existió límite de espacio o peso y cada Hoguera pudo desarrollarse y extenderse.
Llegó al éxito definitivo con su Hoguera de 1931 en el distrito Benito Pérez-Galdós.
Tras el bombardeo del mercado central de Alicante por aviones fascistas italianos, Castelló huye a Albacete y se dedica a trabajar en un circo ambulante, formando pareja con el payaso Poppy haciendo de augusto.
Se dedicó durante su estancia en prisión (donde se hallaban con él diversos intelectuales de varias disciplinas) a trabajar la acuarela esquivando la censura, arte que pulió a base de práctica diaria ya que no disponía de espacio para pintar al óleo.
Tras concederle la libertad viajó al norte de África (Bou-Saada) donde continuó pintando.
En 1956 (y hasta 1960), Gastón Castelló es nombrado presidente de la Comisión Gestora.
Durante los años 1979 a 1983 José Ramón Clemente[5] realizó una colección de audiovisuales filmados en super 8[6] para el antecesor del actual Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, como protagonistas -además del propio Castelló- a Miguel Abad Miró, Manuel Baeza, Vicente Bañuls y su hijo Daniel Bañuls Martínez, José Antonio Cía, M. González Santana, Polín Laporta, Sixto Marco, Enrique Lledó, José Pérez Gil, Francisco Pérez Pizarro, R. Ruiz Morante y Emilio Varela Isabel.
[7] Durante sus últimos años fue ayudado por María Lola Seguer, íntima amiga.