Así, a los veinte años Galeno se convierte en therapeutes (discípulo o socio) del dios Asclepio en el Asclepeion de Pérgamo durante cuatro años, donde iniciaría sus estudios de medicina.
Galeno completaría sus estudios en Alejandría, Egipto, la antigua capital de los Tolomeos y principal centro cultural del Mediterráneo.
Allí trabajó como médico en la escuela de gladiadores durante tres o cuatro años.
En este periodo adquiere experiencia en el tratamiento de los golpes y heridas.
Durante un breve período regresó a Pérgamo 166-169, hasta ser llamado por Cómodo (hijo de Marco Aurelio).
Esto condujo a que tuviera ciertas ideas equivocadas sobre el cuerpo humano.
Galeno pasó el resto de su vida en la corte imperial, escribiendo y llevando a cabo experimentos.
Su principal obra, Methodo medendi —sobre el arte de la curación—, ejerció una enorme importancia en la medicina durante quince siglos.
Además, tuvo una excelente formación que le permitió conocer en profundidad las distintas escuelas médicas del momento y añadir a todo ello sus contribuciones originales.
Se entiende por «Fisiología general» el estudio de los conceptos básicos de la teoría del mundo clásico sobre el funcionamiento del cuerpo: virtudes, operaciones y espíritus.
Mediante la virtud conversiva del estómago, los alimentos deglutidos son convertidos en quilo.
El quilo —los alimentos purificados por la primera digestión— será transportado al hígado —a través de las venas mesentéricas y porta— y sufre allí una segunda digestión, de la cual surgen los humores —el hígado es por tanto el laboratorio en que se gestan los cuatro humores, y fundamentalmente la sangre, a partir del alimento ya transformado en quilo—.
La segunda digestión produce también sus residuos, que irán a los riñones y se eliminarán por la orina.
La bilis negra o atrabilis, uno de los humores producidos en el hígado, va en gran parte al bazo.
Así la sangre se transforma en las distintas partes del cuerpo y por tanto no retorna al corazón.