Las gachas de panizo se basan en la harina de maíz (Zea mays), cereal de cuya existencia en la zona ya da cuenta el botánico Cavanilles durante su estancia en la zona a finales del siglo XVIII (1792).
[2] La primera receta culinaria escrita la recoge una guía gastronómica valenciana (1977), vinculada a Torrebaja (Valencia), aunque la fórmula trasciende lo local.
[2] Las gachas de panizo (maíz) son una comida familiar y amistosa por excelencia, la tradición aconseja comerlas en grupo directamente del caldero, con cuchara de madera, colocando el recipiente en el centro y disponiéndose los comensales alrededor.
En la actualidad, sin embargo, muchos prefieren comerlas en plato, sentados a la mesa: el primer cuarto de hora se dedica a comentar el estado del guiso, mientras se saborean los primeros bocados y tragos de vino.
[2] Se trata de una comida de invierno, aunque nada impide comerlas en cualquier otra estación, sabiendo que es una ingesta contundente.