Los fusilamientos clandestinos de José León Suárez fueron un episodio represivo del levantamiento del General Juan José Valle contra la dictadura gobernante, que dispuso el fusilamiento público del propio General Valle y diecisiete militares sublevados, así como el fusilamiento clandestino de dieciocho civiles, en las localidades bonaerenses de Lanús y José León Suárez.El levantamiento de Valle se inscribe dentro de un movimiento más amplio conocido como la Resistencia peronista, pero en el mismo también actuaron civiles y militares no peronistas, que se oponían a la dictadura.Los fusilamientos clandestinos permanecieron desconocidos hasta que el periodista Rodolfo Walsh descubrió e investigó los que se habían producido en León Suárez, publicando su investigación en 1957 a través de un histórico relato novelado titulado Operación Masacre.El día anterior fueron apresados cientos de dirigentes gremiales para restar base social al movimiento.Sólo unos pocos objetivos fueron tomados y esa misma noche la mayoría de los sublevados fueron detenidos.Los coroneles Ricardo González y Agustín Digier, el capitán Néstor Bruno y el suboficial Andrés López, llegaron hasta la embajada de Haití, donde recibieron alojamiento en las habitaciones del anexo de la residencia del embajador.En la madrugada del jueves 14 se apersonó en la sede diplomática otro perseguido en busca de amparo, el general Raúl Tanco.El grupo asaltante se posiciona frente a ellos preparando sus armas para fusilarlos allí mismo.También fue secuestrado Miguel Ángel Giunta, que se encontraba en la casa vecina y no tenía ninguna conexión con la Resistencia peronista.Retornó a la comisaría cerca de las 05:00 y buscó confirmar la orden llamando nuevamente al teniente coronel Fernández Suárez, quién la ratificó y le exigió que lo haga de inmediato en cualquier lugar.Se detuvieron en un punto y comenzaron a hacer bajar a los detenidos, pero los policías consideraron que el lugar no resultaba adecuado y continuaron la marcha otros trescientos metros, en donde se hallaba un basural.Una vez cesada la balacera y la caza, Rodríguez Moreno caminó entre los cuerpos para verificar que estén muertos.Di Chiano se salvó porque lo da por muerto, pero vio parpadear a Livraga ordenó que lo rematen.En total, siete de los doce detenidos sobrevivieron a la masacre: Reinaldo Benavidez, Rogelio Díaz, Horacio Di Chiano, Norberto Gavino, Miguel Ángel Giunta, Juan Carlos Livraga y Julio Troxler.Poco después, Livraga se fue a Estados Unidos y en 1979 adoptó la nacionalidad de ese país.Se fue directamente a la embajada de Bolivia, donde pidió asilo político y logró exiliarse.Julio Troxler, que había conseguido huir luego de enfrentarse cuerpo a cuerpo con un policía, se escondió en una zanja y volvió al basural en busca de sobrevivientes, pero no quedaba nadie vivo.Cuando estaba yéndose vio a Livraga siendo levantado por los policías de la garita que los llevaron al hospital.Es Enriqueta Muñiz, la investigadora que colaboró con Walsh en Operación Masacre, quien lo contactó y obtuvo su reportaje.En Bolivia conoció a quien sería su esposa, con quien tuvo cuatro hijos y junto a quien permaneció hasta su fallecimiento en la primera década del siglo XXI, viviendo siempre en su casa del Barrio Obrero Ferroviario de Boulogne.[18] En 1973 conoció a Rodolfo Walsh en el estreno de la película Operación Masacre; hasta ese momento se había comunicado por escrito.En 1988 Juan Pablo Cafiero le entregó una placa honrándolo como «sobreviviente de la Resistencia peronista».[19] En un reportaje que le realizara la periodista Eva Marabotto en 2001, Benavídez transmitió así el dolor emocional que le causó la masacre: Horacio di Chiano permaneció inmóvil boca abajo en el basural hasta después del amanecer.Al mismo tiempo que pasaba la responsabilidad estricta de esos fusilamientos a los militares, cerraba el camino en la justicia civil.
Casa de la calle Hipólito Yrigoyen 4519,
Florida
, donde estaban reunidos un grupo de civiles y fueron secuestradas las personas que asesinadas en el basural de José León Suárez.