Fuerte de Breendonk

El fuerte fue usado como un campo de prisioneros por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial, periodo en el que Bélgica fue invadida por el país vecino.

Hoy en día, el lugar es un memorial nacional (del holandés: 'Nationaal Gedenkteken Fort van Breendonk'), y puede ser visitado.

El siguiente 9 de septiembre, al general Beseler se le ordenó que atacara dicha ciudad.

El ejército alemán podrían atacar Amberes evitando de esta manera Fort Breendonk.

Fort Breendonk ya estaba obsoleto para entonces, y no podía enfrentarse a la guerra acorazada.

Estos eran pequeños criminales, personas calificadas como antisociales y quienes no cumplían las nuevas leyes con respecto a las razas.

Más adelante, fueron luchadores de la resistencia, prisioneros políticos y rehenes inocentes, quienes también fueron detenidos.

185 prisioneros fueron ejecutados, y otros muchos fueron trasladados a diversos campos de concentración.

En total, alrededor de 15 transferidos dejaron el campo, en su mayoría judíos, pero casi ninguno sobrevivió.

Estuvo luchando un cuarto de hora hasta que finalmente se ahogó.

Únicamente se les permitían cinco minutos para llevar a cabo sus necesidades; teniendo cualquier exceso un castigo.

Entonces, se esperaba que los prisioneros trasladaran los carros completamente a peso, aunque se sabía que estos carros cargados de tierra sobrepasaban la tonelada de peso; empujando y tirando una y otra vez durante una distancia superior a los 300 metros.

Otros prisioneros eran alojados en celdas, ya fuera en pequeños grupos o individualmente.

El almuerzo era normalmente un cuenco de sopa, que muchas veces era simplemente agua caliente.

Esto, obviamente, se encuentra lejos de los mínimos para sostener una vida humana, especialmente considerando el calor y el frío extremos, los trabajos extenuantes y los castigos físicos a los que eran sometidos los prisioneros.

Este periodo de existencia del fuerte fue conocido como "Breendonk II".

Los prisioneros fueron trasladados a Dossin Barracks, en Malinas, el 10 de octubre del mismo año.

El comandante nazi, Philipp Schmitt, tuvo su juicio en Amberes en 1949 y fue sentenciado a muerte.

En 1947 Fort Breendonk fue declarado memorial nacional, reconociendo el sufrimiento y crueldad que fueron infligidos a los prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial.

Había estado coleccionando miles de imágenes y películas del Tercer Reich como parte de su trabajo para el SOMA, una organización neerlandesa que se concentra en preservar todo el material audiovisual con contenido bélico posible.

La colección consistía en 37 imágenes en las que se veía el orden diario de sucesos dentro del campo.

Todas las fotografías representaban tópicos, pero no se muestran ninguna de las atrocidades y horrores diarios del campo.

Mapa con la localización de las fortificaciones erigidas alrededor de Amberes. Breendonk en la zona inferior.
Colchones de paja en las literas del Fort van Breendonk, Bélgica