Realizó sus estudios en Europa, desarrollando su vocación artística bajo el alero instructivo de su padre.
[6] En 1907 se casó con Elvira Lyon Otaegui, con quien compartía el gusto por las artes, la literatura y la religión.
Desde 1913 trabajó para la revista Pacífico Magazine y se dedicó bastante a la ilustración de libros.
Sin embargo, tras la Primera Guerra Mundial, Subercaseaux consideró que su vida debía abocarse a vivir una religiosidad plena, influido en gran medida por el estudio que realizaba en Italia sobre san Francisco de Asís para retratarlo.
El matrimonio solicitó al papa autorización para separarse y llevar cada uno vida consagrada, Pedro como monje benedictino y Elvira en un convento en Toledo.