Formó parte del grupo de los patriotas conspiradores que estuvieron activos en Lima durante el gobierno del virrey José Fernando de Abascal.Luego se estableció en Lima, donde abrió su estudio jurídico.Fue apresado y encerrado en las casamatas (celdas subterráneas) de la fortaleza del Real Felipe del Callao, donde siguió conspirando con otros oficiales presos.[1] Gracias a las gestiones de sus familiares, salió en libertad y continuó sus planes de organizar un alzamiento en la capital, aprovechando que esta se hallaba casi desguarnecida, pues el virrey había enviado al ejército real a combatir a los patriotas del sur y a las fuerzas rioplatenses que avanzaban por el Alto Perú.Murió cuando estaba por empezar la fase final de la lucha por la independencia del Perú y por eso la leyenda le atribuye estas palabras finales: «Muero como el Jefe de Israel a la vista de la tierra prometida».