[7] Un testamento que hizo el 21 de marzo de 1651 dice que estuvo avecindado en efecto en Puerto Rico, en cuya capital San Juan debió desempeñar algún cargo,[7] aunque a la fecha del testamento seguía estando en Madrid.
Al parecer, en 1629 fue secuestrado por los corsarios holandeses y durante su cautiverio escuchó sus planes de invadir la isla, por lo que cuando fue liberado en 1630 escribió un discurso para advertir al Rey que se ha conservado y editado modernamente.
Otra de sus obras es un discurso contra las propuestas del arbitrista Gerardo Basso.
Las novelas fueron parcialmente traducidas al francés e incluidas en las Nouvelles de Nicolás Lancelot (1628).
María Ángeles Arcos Pardo ha llevado a cabo una nueva edición y estudio como tesis (dirigida por Víctor Infantes) con la que se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid en 2009 (accesible en Docta Complutense).