Diego era vecino de Valladolid y se trasladó a Córdoba en 1543.
[6] La obra del platero giennense Francisco Merino también influyó en otros artesanos españoles, como Juan de Arfe.
El diseño y la hechura fueron finalizados por su discípulo Juan de Ledesma Merino, que los entregó a Marchena en 1606.
Le fue encargado el sagrario del altar mayor (1593-1596), la pareja de atriles que hay a ambos lados (1594) y doce relicarios (1596) que se encuentran en la sacristía mayor.
La segunda es un copón para guardar las hostias consagradas en cuya tapa se encuentra de pie una cruz.
La tercera pieza es otro copón de cuya tapa sale una custodia que, a su vez, tiene una cruz encima.
[11] En el año 1600 marchó a Toledo, donde vivió como tesorero del cardenal Bernardo de Sandoval y Rojas.