No hay mayores datos históricos sobre su construcción hasta mediados del siglo XV, debiendo emprenderse una profunda reconstrucción en el último tercio de esa centuria, hacia el año 1480, en estilo gótico tardío.
La Capilla es una obra barroca realizada en la segunda mitad del siglo XVIII, que presenta una reja donde figura la fecha de 1795, ya en época neoclásica, a cuyo estilo pertenece el retablo de esta capilla.
La pieza cumbre de esta iglesia es su Retablo Mayor, que cubre todo el ábside siguiendo la forma poligonal del mismo.
Exteriormente la iglesia es muy sencilla, y presenta tres fachadas, con una portada principal a los pies del templo de estilo manierista del siglo XVI, resuelta con pilastras almohadilladas flanqueando la puerta de entrada, que superiormente se corona con una hornacina centrada por un sencillo frontón recto partido.
En sus tumbas se encuentran enterrados ilustres jerezanos como Diego Fernández de Herrera.