Está compuesto por un arco de medio punto flanqueado por cuatro columnas toscanas sobre basamento entre las que se disponen hornacinas.
Los otros cuerpos son ya obra barroca realizada a partir del año 1644 por el maestro Antón Martín Calafate.
Jerez, situada en la frontera, era la plaza más fuerte que encontraban al cruzar el Estrecho, y por tanto, se convertía en una ciudad constantemente sitiada.
La iglesia ha sufrido diversas agresiones, como material artístico (principalmente vidrieras) destruido al entrar a robar el cepillo.
[6] Sin embargo la Hermandad de la Vera Cruz, que tiene su sede en esta iglesia, ha reparado cubiertas[7] y recuperado imágenes.
[14] Entre otras mejoras se vuelve a abrir al paso el "callejón de las 7 revueltas" tras 30 años cerrado.