Francisco Solano Gómez
Lo acompañaba como ministro al anciano general y antiguo gobernador Nicolás Dávila.Pocos meses después el presidente de la Legislatura acompañado por cuatro diputados presionaron a la cámara para deponerlo.Gómez liberó a los prisioneros pero ordenó abandonar la provincia al exgobernador Manuel Vicente Bustos por considerarlo promotor del movimiento.Durante la crisis los jefes de los departamentos coroneles Ángel Vicente Peñaloza, Julián Patricio Fernández y Domingo de Villafañe, pusieron sus milicias a las órdenes del gobernador pero su concurso no fue necesario.Dice el historiador Antonio Zinny que "su ministro secretario Nicolás Dávila, debido a su avanzada edad y caprichos consiguientes a esta circunstancia, había creado emergencias desagradables entre el gobierno nacional y el provincial de La Rioja, cuando el primero reconvino al segundo por haber infrigido la constitución nacional, declarando la provincia (septiembre de 1854) en estado de sitio.