Francisco Drummond

Finalizada la guerra, ya con el grado de teniente primero volvió, a Inglaterra con el célebre almirante en 1825.

Allí fue arrestado a instancias de los dos principales oficiales navales británicos al servicio de la Armada Imperial, John Pascoe Grenfell y James Norton, pero fue liberado por intervención del cónsul británico.

Tras 48 h de combate, el Independencia había perdido a la mitad de sus hombres entre muertos y heridos, tenía ya sus cañones restantes prácticamente inutilizables y carecía de munición (había agotado sus 3 000 tiros, carecía de pólvora y había utilizado incluso los eslabones del ancla como munición), por lo que Brown ordenó el 8 de abril a las 16.00 que evacuara y diera fuego al casco del buque, pero su tripulación se resistió a abandonar el navío.

Drummond, herido el día anterior por un disparo que le voló una oreja, dejó al teniente Roberto Ford al mando y fue con el único bote aún disponible a buscar municiones en los otros buques, acompañado por su segundo Shannon, por temor a que a raíz de su herida perdiera el conocimiento.

Según los testigos, mando llamar al capitán Coe y le dijo: “Querido Juan, se me nubla la vista.

Dile al Almirante que he cumplido mi deber y muero como un hombre”.

Drummond se encontraba comprometido en matrimonio con Elisa Brown, la hija de su Almirante.