Dentro de sus primeras obras se encuentra la renovación de la vida del monasterio de Santa María de la Armedilla, junto a Cogeces del Monte (Valladolid), sustituyendo la orden del Císter por los Jerónimos, que pervivió hasta su exclaustración en el siglo XIX.
También colaboró con su paisano Gómez González en sus fundaciones: el hospital de Santa María Magdalena y el Estudio de Gramática, ambas instituciones creadas en Cuéllar.
En 1417, siendo ya doctor en leyes, fue enviado por Juan II de Castilla como corregidor a Sevilla, para solucionar las diferencias existentes entre los Guzmán y los Estúñiga, y en 1421 el rey Juan II de Castilla le nombra consejero real, de quien celebraría los funerales en 1454.
Seguidamente fue enviado por el nuevo monarca, Enrique IV de Castilla, como su embajador en Francia para dar continuidad a la paz existente durante el reinado anterior.
En 1460 fue elegido obispo de León, y tras su nombramiento el rey le envió como su embajador ante Pío II en relación con la expedición contra los turcos.