Florencio Molina Campos

En efecto, en cierto modo existe una gran relación entre la obra pictórica de Molina Campos y la literaria de Ricardo Güiraldes, pero a la vez con tremendos contrastes: Molina Campos pinta a sus personajes con un humor melancólico que entonces aparece entre un aparente naíf y un cierto expresionismo, en cambio Güiraldes retrata literariamente a los gauchos con suma melancolía.

El 14 de marzo de 1930, el ingeniero Luis Pastorino en Alpargatas S. A. desarrolla la confección del almanaque del año 1931, que consistió en doce obras gauchescas ejecutadas al gouache con una visión idealizada y costumbrista, las cuales tienen difusión a nivel internacional.

En 1938 realiza una exposición en el English Book Shop de Nueva York.

En la muestra «Bicentenario: 200 años de humor gráfico» que el Museo del Dibujo y la Ilustración realiza en el Museo Eduardo Sívori de Buenos Aires, se le rinde homenaje a los más importantes creadores del humor gráfico en Argentina a través de su historia.

En 1981 se realizó la muestra homenaje a Florencio Molina Campos en la Galería «La casa de Antonio Berni», dirigida por Humberto Golluscio.

Sus dibujos y pinturas rememoran, con un toque humorístico, típicas viñetas gauchescas.

De aire entrañablemente caricaturesco y, a menudo, naíf —aunque con exageraciones y cromaturas que lo conectan también con un nada ingenuo expresionismo—, su dibujo, inspirado principalmente en el mundo gauchesco, refleja a un observador agudo de la realidad nacional; en tal sentido, aunque la estilística sea diferente, Molina Campos tiene puntos comunes en cuanto a temática con Pedro Figari.

Walt Disney y Florencio Molina Campos.
Réplica de una obra de Molina Campos en una calle de Moreno (Buenos Aires).