La escena final del cuento, con un mensú muerto y a su lado Anaconda que alucina en su agonía, dan la pauta de lo que serán los relatos posteriores, donde la naturaleza indiferente y la muerte estarán siempre presentes.
[7] Sus nombres dan la pauta de los más diversos orígenes: Juan Brown, Else, Rivet, Sydney Fitz-Patrick, el cacique Pedrito, así como los dos personajes en los cuales se centra la acción, los brasileños Joao Pedro y Tirafogo.
El primero, habiendo sido "mísero soldado" y luego general, llega como fugitivo a Misiones y se desempeña en diversas tareas, no exentas de fricciones con sus empleadores, lo cual lleva a que su contrincante no regrese.
Se pierden en la selva, extenuados por la consunción y la fiebre mueren allí, no sin antes, en su delirio, volver a su tierra.
"[12] El personaje, así como luego Juan Brown, está basado en una persona real: Pablo Vanderdorp, al cual, sin embargo, sólo le faltaban dos dedos.
[13] Tacuara-Mansión (El hogar N° 568, 27.08.2020) narra la historia del impasible John Brown, que había estudiado ingeniería y permaneció en Iviraromí quince años, luego de una estadía que se había planeado de dos horas, no tanto por interés sino por inercia.
El cuento tiene de dos hilos narrativos: por una parte la descripción del pintoresco y optimista "el manco", con sus diversos proyectos para enriquecerse, que están siempre condenados al fracaso, sin que por ello mengúe la alegría del protagonista.
Por otra parte, la figura del doctor Else, un biólogo dado al alcohol, que se encuentra en proceso de autodestrucción.
"[20] 1911 fue nombrado Juez de Paz y Oficial del Registro Civil en San Ignacio.
Luego de comprar unas doscientas hectáreas cerca del río Yabebirí, cultivó yerba mate.
[21] Dijo en una carta a Ezequiel Martínez Estrada: "No hago más que integrarme en la naturaleza, con sus leyes y armonías oscurísimas, aún para nosotros, pero existentes.
Se trata de una región fronteriza: en la otra ribera está Paraguay, al este y norte, Brasil.
A ello se suma la frontera con la selva y los comienzos, por aquella época, de la explotación industrial.
En La cámara oscura adquiere una existencia fantasmal con base en la técnica y en Los destiladores de naranja deviene puro horror con un asesinato absurdo.