Pero por diferentes mecanismos físicos se puede filtrar una sola dirección de oscilación, en este estado la luz está polarizada.
Hay tres tipos de luz polarizada: lineal, circular y elíptica.
Sin embargo, este cristal rara vez se utiliza como polarizador, ya que el efecto dicroico depende en gran medida de la longitud de onda y el cristal aparece coloreado.
La herapatita también es dicroica, y no está fuertemente coloreada, pero es difícil de cultivar en cristales grandes.
Para la luz visible en aire y un vidrio típico, el ángulo de Brewster es unos 57°, y aproximadamente el 16% de la luz polarizada s del haz es reflejada en cada transición aire-vidrio o vidrio-aire.
Se requiere de muchas placas para conseguir aun una polarización mediocre del haz transmitido utilizando este método.
El haz reflejado, si bien plenamente polarizado, se disemina y puede no ser muy útil.
Para ángulos de incidencia superiores a 80°, la polarización del haz transmitido puede acercarse al 100 % con tan solo cuatro placas, aunque la intensidad transmitida es muy baja en este caso.
En estos cristales, un haz de luz no polarizada que incide en su superficie se divide por refracción en dos rayos.
Los primeros se confunden fácilmente con los polarizadores birrefringentes de tipo Glan.
Por lo tanto, se refleja poca energía y la onda incidente es capaz de atravesar la rejilla.
En general, esto hace que la onda transmitida sea de polarización lineal con un campo eléctrico completamente perpendicular a los hilos.
La hipótesis de que las ondas "resbalan" por los huecos entre los hilos es incorrecta.
Las soluciones analíticas que utilizan el análisis riguroso de ondas acopladas para los polarizadores de rejilla han demostrado que para las componentes del campo eléctrico perpendiculares a los cables, el medio se comporta como un dieléctrico, y para las componentes del campo eléctrico paralelas a los cables, el medio se comporta como un metal (reflectante).
Por su forma, en fotografía existen dos tipos de filtros polarizadores: lineales y circulares.
Los lineales quedaron obsoletos debido a que con éstos el enfoque automático (autofocus) de las cámaras no funciona.
Por ello surgieron los polarizadores circulares que sí permiten el enfoque automático de las cámaras modernas.
Los circulares son el mismo filtro, pero montado en una montura circular (de ahí su nombre) que permite reorientar cuando sea necesario.
[12] Tales polarizadores se suelen fabricar de cristales como el cuarzo, pero son poco populares en fotografía.