La luz en forma de ondas electromagnéticas viajeras es modulada para transmitir información.
Debido a su muy inferior atenuación e interferencia, la fibra óptica tiene grandes ventajas sobre el cable de cobre.
Por eso es utilizado en largas distancias y aplicaciones de alta demanda.
Para su uso en comunicaciones ópticas los transmisores ópticos semiconductores deben ser diseñados para ser compactos, eficientes y confiables, mientras se opera en un rango de longitud de onda óptima y directamente modulada en altas frecuencias.
Sin embargo, debido a su diseño relativamente sencillo los ledes son muy útiles para aplicaciones de bajo costo.
Las comunicaciones led se producen principalmente a partir de GaAsp o GaAs.
La salida del láser es relativamente direccional, lo que permite un acoplamiento de alta eficiencia (~50%) en fibras monomodo.
Una fibra óptica consiste en un núcleo, un revestimiento y un buffer (una capa exterior de protección).
El revestimiento guía la luz a lo largo del núcleo mediante el método de reflexión interna total.
La multimodo tiene un núcleo más grande (50 o 62,5 micrómetros), lo que permite menos precisión pero transmisores, receptores y conectores de menor costo.
Mediante el uso de repetidores opto-electrónicos, estos problemas se han eliminados.
Típicamente, las longitudes de onda de bombeo son 980 nm o 1480 nm y para obtener los mejores resultados en cuanto a ruido se refiere, debe realizarse en la misma dirección que la señal.
Debido a que la fibra monomodo sólo admite un modo transversal, se elimina la dispersión intermodal.