Multiplexación por división de longitud de onda

[2]​ Puesto que una portadora puede definirse indistintamente en longitud de onda y frecuencia, esta distinción se debe únicamente a las convenciones usadas en cada campo.No existen valores ideales ya que depende de cómo quiera el usuario repartir la luz entre las puertas.Existen unas pérdidas de inserción para cada lambda: si por ejemplo λ1 va hacia la salida 1, esa salida tendrá unas pérdidas de inserción bajas a λ1 (idealmente 0 dB), pero altas a λ2, λ3… (idealmente ∞ dB).Directividad (D): indica la potencia óptica total que es devuelta hacia atrás por el dispositivo.Pérdidas de retorno (RL): es muy similar al parámetro anterior, pero en este caso indica la potencia óptica que se refleja hacia atrás únicamente para la misma puerta por la que entra la luz al dispositivo.El concepto fue acuñado en 1978, mientras que en 1980 ya existían sistemas WDM en el ámbito de la investigación.Los sistemas WDM, en combinación con amplificadores ópticos, permiten trabajar con distintas generaciones tecnológicas sin alterar la infraestructura básica de la red.El ancho de sus canales puede llegar a ser inferior a los 12.5 GHz, utilizando de forma habitual 96 canales separados 0.8 nm entre ellos, y centrados en 1550 nm (banda C).[6]​ No obstante, es frecuente limitar el rango de operación a longitudes de onda superiores a los 1470 nm, puesto que las antiguas fibras G.652 poseen una atenuación aumentada en el rango entre 1270 y 1410 nm.Las fibras más modernas, fabricadas conforme a los estándares G.652.C y G.652.D[7]​ no poseen estas limitaciones, causadas por el pico de agua que alcanzaba su máximo en los 1383 nm, y permiten la operación en todo el rango CWDM especificado por la UIT.Los sistemas EDFA poseen una capacidad de amplificación excelente en estas bandas, pudiendo trabajar con tantas señales ópticas como puedan multiplexarse en ellas.