Es una versión del consecuencialismo, al considerar que solo las consecuencias de una acción son un criterio a observar para definir moralmente si esta es buena o mala.[2] Se destacan otros utilitaristas como William Godwin, James Mill y Henry Sidgwick.El antinatalista Miguel Steiner entiende que el utilitarismo positivo se olvida de diferenciar claramente entre la necesidad de no sufrir (por su negatividad intrínseca) y la posibilidad éticamente no imperativa del placer y la felicidad.Así la renuncia al hijo responde a una necesidad que en el marco del utilitarismo negativo cobra pleno sentido como medida preventiva ante las posibilidades de sufrir.Así parece que, al menos en teoría, el utilitarismo negativo está en mejores condiciones de distinguir entre intereses espurios y necesidades elementales.Reconoce la belleza, la amistad y el placer como los bienes que las acciones deben buscar maximizar.Muchos de los primeros utilitaristas creían que la felicidad podía ser medida cuantitativamente y ser comparada a través de cálculos, aunque ninguno consiguió hacer un cálculo semejante en la práctica.El utilitarista congruente debería por decisión propia o por conciencia donar parte de sus riquezas si estas producen más felicidad que al conservarlas para sí, o utilizarlas como medio para generar más riqueza destinada a aumentar la felicidad de manera indefinida.[cita requerida] El filósofo utilitarista australiano J. J. C. Smart nos aclara que debemos de tener mucho cuidado con el sentido común, porque en ocasiones está influenciado por nuestros sentimientos, o sea que a veces la interpretación que hacemos de una situación determinada puede estar inspirada por las costumbres y preceptos aprendidos de nuestros padres, la sociedad, etc. Tal vez, ésta sea la más grande aportación del utilitarismo, su puesta en duda del sentido común como fuente de la moral.En cambio, el utilitarismo defendería salvar a los otros dos, pues dos personas tienen un potencial mayor de felicidad futura que una.Por ejemplo, si la esclavitud o la tortura es beneficiosa para el conjunto de la población podría ser justificada teóricamente por el utilitarismo.Kant afirma que el vivir de manera egoísta no puede ser universalizado pues todos necesitamos el afecto en algún u otro momento.Puede observarse que algunas formas de utilitarismo son potencialmente compatibles con el kantianismo y otras filosofías morales.Hace tiempo que se reconoce la importancia de la felicidad como fin para los seres humanos.El consecuencialismo moísta defendía los bienes morales comunitarios, incluida la estabilidad política, el crecimiento demográfico y la riqueza, pero no apoyaba la noción utilitarista de maximizar la felicidad individual.En las tres primeras ediciones del libro, Hutcheson incluyó varios algoritmos matemáticos "para calcular la moralidad de cualquier acción".Algunos afirman que John Gay desarrolló la primera teoría sistemática de la ética utilitaria.Schneewind (1977) escribe que "el utilitarismo se hizo ampliamente conocido por primera vez en Inglaterra a través del trabajo de William Paley".