Filatelia

Los manuscritos egipcios, escritos sobre papiro, se transportaban principalmente mediante embarcaciones especiales que navegaban el río Nilo.China, en el siglo III a. C., fue el primer país que contó con un servicio postal organizado y fue también el primero en emplear el papel en su correspondencia.Todos estos servicios eran solo para el traslado de correspondencia oficial; el público en general no tenía acceso a ellos.En 1843 comenzaron a usarse en Suiza, y la primera nación americana que los empleó fue Brasil en el mismo año.Más adelante (1854) se añadió una serie de líneas con perforaciones que permitían separarlos limpiamente, sin herramientas auxiliares y apareció el dentado.Continuó extendiéndose la afición: en todas las naciones se formaron núcleos de filatelistas, de los que muchos se distinguieron por sus estudios, sus soberbias colecciones o por las empresas comerciales que fundaron relacionadas con el sello.En la fabricación de los sellos se utilizan todos los procedimientos gráficos (tipografía, litografía, grabado de talla dulce, huecograbado y fotografía); pero el más bello, sin duda, es el grabado a buril sobre plancha metálica con la impresión mediante la prensa llamada tórculo, denominado calcografía.Este sistema, de impresiones muy bellas, es lento; por eso, para las emisiones de grandes números se emplean el huecograbado rotativo y la fotolitografía, procedimientos muy rápidos, en los que se hace el dibujo en papel y la imagen es transportada al metal por procedimientos fotomecánicos.Se llama tête-bêche a la pareja de sellos en que uno está invertido totalmente.Las rarezas y curiosidades del mundo de los sellos son infinitas; nos limitaremos a referir algunas.Entonces, el gobernador se vio obligado a hacer una tirada modesta, en la que estampó su firma en los sellos para evitar falsificaciones.Otra estampilla muy buscada es la brasileña que conmemora la visita del rey Carlos I de Portugal.Por último hay otros sellos menos coleccionados: para impresos, certificados, paquetes postales y encomiendas, teléfonos, franquicias de organismos oficiales y timbres o sellos fiscales o de impuestos.Además del sello suelto, se usa también la pareja, que puede ser vertical u horizontal.Hasta los primeros años de nuestro siglo se preferían los sellos matados, o sea, hollados por el matasellos; hoy abundan los coleccionistas que prefieren sellos nuevos, alegando que el aspecto de la estampilla es más atractivo.Un año después ya hay noticia del primer coleccionista: un tal doctor Gray, cuya afición provocó las burlas de sus contemporáneos.Los conocimientos de historia, geografía, van atesorándose, y crece el afán de saber más y más sobre países, hombres, paisajes, a los que nos asomamos mediante esas ventanitas del mundo que son los sellos.Existen además los clubes filatélicos, con numerosos asociados, que intercambian correspondencia amistosa, sellos, postales, revistas, etc., y muchos editan publicaciones interesantes.Los sellos solían adherirse al álbum con unos fijasellos, también llamados charnelas (del francés charnière), papel engomado y transparente que se utilizaba doblado a modo de pequeña bisagra.Sin embargo, esta es una práctica en total desuso -al menos en lo que refiere a los sellos nuevos (no utilizados ni matasellados)-, ya que provoca la pérdida (mayor o menor según el sello) de parte del valor de las piezas debido a que al quitar el fijasellos del sello siempre deja una señal en la goma.Se ajusta el margen del sello sobre estas hileras hasta encontrar la que coincide con la perforación de nuestro ejemplar.Las pinzas, empleadas para coger el sello, evitan que este se doble o manche, y la lupa puede permitirnos apreciar detalles distintivos imposibles de observar a simple vista.Notable coleccionista ha sido Doring Beckton, presidente de la Real Sociedad Filatélica británica, que al morir dejó 154,021 sellos diferentes.Merecen mención especial los sellos conmemorativos emitidos para celebrar algún hecho notable o fecha importante.Esta afición ha originado importantes industrias y comercios, cuenta con revistas especializadas e incluso constituye una fuente de ingresos para algunos estados.Los principales catálogos mundiales son: Existen también catálogos especializados de algunos países: En España, Afinsa (1980) y Fórum Filatélico (1979), entidades que captaban ahorros para invertirlos en sellos, fueron intervenidas en 2006 acusadas de ser estafas piramidales.
El filatelista , obra de François Barraud (1929).
Centenario de la Declaración de Independencia de México.
Catálogo para identificar estampillas.
Clasificador de bandas para almacenar sellos.