Anilina

La anilina es levemente soluble en agua y se disuelve fácilmente en la mayoría de los disolventes orgánicos.

Se le utiliza para fabricar una amplia variedad de productos, como por ejemplo, la espuma de poliuretano, productos químicos agrícolas, pinturas sintéticas, antioxidantes, estabilizadores para la industria del caucho, herbicidas, barnices y explosivos.

Sin embargo no fue hasta inicios del siglo XIX que la síntesis química había avanzado lo suficiente para preparar tintes sintéticos.

[3]​ La anilina fue aislada por primera vez en 1826 por Otto Unverdorben por destilación destructiva del índigo[3]​ y la llamó crystallin.

[7]​ En 1843, August Wilhelm von Hofmann mostró que éstas eran la misma sustancia, y a partir de entonces se conoció como fenilamina o anilina.

Y en la industria textil, la anilina tiene su uso principal como precursor del color índigo, tinte que se utiliza para pintar de azul las telas.

También pueden ocurrir mareos, dolores de cabeza, latido irregular del corazón, convulsiones, coma y en casos extremos la muerte.

No hay datos fiables acerca de si la anilina afecta adversamente la reproducción en seres humanos.

La anilina puede ser tóxica no solo mediante la ingesta, sino también de manera inhalada o por contacto.

En agua, suele sedimentarse o adherirse a la materia del subsuelo, donde es principalmente degradada por bacterias y otros microorganismos.

Pasta de colorante índigo , usado para preparar anilina por el descubridor de la anilina.
Las sales de diazonio aromáticas se preparan a partir de aminas aromáticas, en este caso, la anilina