En 1891, produjo sus primeras xilografías y presentó diez pinturas en su debut en el Salon des Indépendants.
Figuró integrado en el grupo de los nabis, junto a Bonnard, Édouard Vuillard y Paul Sérusier.
En esa época concluyó su obra maestra, La enferma (París, colección particular), donde se ajustó un tanto a la tradición, con un virtuosismo técnico y amor por el detalle.
Tras su éxito en el Salon d’Automne, se instaló en Cagnes-sur-Mer en el invierno de 1920, aunque visitó diversas regiones en los cuatro siguientes años.
Expuso con su marchante habitual, Druet, y en 1925 en el nuevo Salon des Tuileries de París.
En 1998 se instituyó una fundación en Lausana, para el estudio y difusión del arte de Vallotton.