Federigo Tozzi frecuentó la escuela elemental en un seminario y seguidamente en el colegio arzobispal de Provenzano del cual fue expulsado en 1895, año en que falleció su madre; se inscribió entonces en la escuela de Bellas Artes donde transcurrió tres años bastante borrascosos.
Siempre en estos años mantiene también una relación con otra mujer: Isola, la "Ghisola" de "Con los ojos cerrados".
En el mismo año, y a causa de la guerra, Tozzi decide colaborar en la Cruz Roja.
En 1919 Tozzi había por fin publicado "Con los ojos cerrados" que al siguiente año fue puesto en escena como ópera con el nombre de "Tres cruces"; asimismo es en 1920 que publica "Egoístas" novela autobiográfica referida al ambiente literario romano.
Los obstáculos que se encuentran en su prosa frecuentemente impiden una comprensión fácil; en ocasiones es inconstante, nada hace para "encantar" al lector.
En todas sus novelas los protagonistas son los perdedores, los vencidos o los "ineptos", sobre los cuales Tozzi proyecta su sentimiento trágico de la vida.
Aquí resulta casi obvia una vinculación con Kafka: Ambos presentan un despiadado autobiografismo, una relación conflictiva con los parientes (por ejemplo con el padre -"padre-padrone" o padre patrón) y una más sutil pero muy conflictiva relación con la madre y así con el Otro.
En cambio algunos intelectuales (como los del grupo literario italiano Solaria) buscaron recuperar una perspectiva mucho más amplia al reconocer en las temáticas desarrolladas por Tozzi nexos con grandes escritores como Kafka, Musil, Joyce, Mann, Svevo y Proust.
la realidad provinciana en la cual se mueven los personajes es el trasfondo para su destino de soledad y "ceguera".
La relación entre Tozzi y su ciudad natal ha sido siempre ambivalente, podría asemejarse a esa ansiedad del enamorado que se sabe traicionado.
Siena resulta en la descripción de Tozzi como un habitus, como una droga estupefaciente, un narkótikon que apaga toda iniciativa provocando inanidad en sus habitantes.
Una droga de la cual él no logrará jamás liberarse, ni siquiera en contacto con otras ciudades más grandes (Florencia, Roma).