Charles Sanders Peirce la esgrimía para criticar a Sócrates : "Sócrates(...)habría quedado muy satisfecho de que se le hubiese vencido en una discusión, porque gracias a ello habría aprendido algo", al mismo tiempo que postulaba con ella la exclusión total de proposiciones infalibles, es decir, proposiciones que se dan como ciertas sin margen de error lógico alguno.
La inducción, sostenía Peirce, se mueve en una línea de hechos homogéneos hasta sus causas, por lo que clasifica y no explica.
La deducción, en cambio, fuente del conocimiento matemático y lógico, es un razonamiento que no puede conducir desde premisas verdaderas a conclusiones falsas.
A esto añadía su presupuesto falibilista, creando un sistema filosófico que denominó pragmatismo.
El falibilismo moral es una aplicación ética del concepto epistemológico más amplio indicado anteriormente.