El FJ-1 fue el primer caza naval a reacción que operó desde un portaaviones, entrando en servicio en 1948 con el escuadrón VF-51.
Como una solución transitoria, se compraron tres F-86 con equipamientos específicos de la Armada y un fuselaje reforzado.
El desarrollo del FJ-3, que estaba propulsado por el nuevo turborreactor Armstrong Siddeley Sapphire, construido bajo licencia, realizó su primer vuelo en julio de 1953.
Algunos fueron modificados luego para controlar misiles "Regulus" y como blancos no tripulados para los F9F-6K Cougar.
El FJ-4B era una versión caza-bombardero, capaz de cargar armamento en pilotes bajo las alas, incluyendo armas nucleares tácticas.