En algunas ocasiones se suelen ofrecer como alternativa en este establecimiento otros dulces de sartén, como buñuelos, e incluso patatas fritas y palomitas de maíz, y otras bebidas calientes como el café con leche.
Cincuenta metros cuadrados de superficie e, incluso, menos son suficientes para instalar la maquinaria necesaria.
En este caso, los churros se sirven a los viandantes en cucuruchos de papel rebozados en abundante azúcar.
Por ello, algunos churreros amplían el número de productos comercializados con otras elaboraciones fritas como patatas fritas, buñuelos o complementarios como snacks, frutos secos, etc. Otra solución es contactar con otros establecimientos de los alrededores como bares y cafeterías y suministrárselos para que a su vez los ofrezcan a sus clientes.
Además, como el churro es un producto que solo se sirve en el desayuno, la actividad productiva es poco agradecida ya que comienza muy pronto de madrugada, terminando a primera hora de la mañana.