Esta motivación también se vio reflejada en la composición de las canciones, puesto que sus letras trataron temas emocionales y personales como la autoestima, la autoconciencia, la inseguridad o el karma.Una vez que salió al mercado, recibió críticas variadas por parte de la prensa especializada.Algunos medios de la época destacaron la dirección sintetizada y los arreglos, mientras que la más contemporánea lo ha considerado su peor disco, debido a que se implicó con las tendencias musicales de ese tiempo y su enfoque pop.En términos generales, logró malas posiciones en las listas musicales de varios países, salvo en Grecia y Malasia, donde alcanzó en ambos el segundo puesto.Para promocionar el material, en una semana se publicaron cinco sencillos —«To Be No.En 1995, el baterista Herman Rarebell dejó Scorpions porque no estaba de acuerdo con la dirección musical del disco Pure Instinct (1996), orientado mayormente a las power ballads.[4] A mediados de 1988, la banda conoció a Peter Wolf, productor y músico austríaco que formó su carrera en los Estados Unidos trabajando con artistas como Jefferson Starship, Heart, Laura Branigan y Frank Zappa.Además de los habituales escritores de la banda, Klaus Meine y Rudolf Schenker, los otros tres músicos igualmente se involucraron en el desarrollo creativo, como también el productor y tres compositores externos.Cabe destacar que, en esta ocasión, Meine presentó una voz más profunda en comparación con sus tonos altos habituales.[11] Rieckermann compuso la música a base de loops para crear un sonido electrónico inspirado en el funk.[13] Wolf compuso la música y Meine creó la letra de la balada «Obsession», a la que Popoff llamó «basura».[8] Para darle un mayor énfasis al estribillo, la banda invitó al grupo coral Airway Allstars, conformado por los cantantes Siedah Garrett, James Ingram, Michelle Wolf, Lynn Davis, Phil Perry y Kevin Dorsey.[10] «Skywriter» es igualmente una balada, pero «ligeramente oscura y con un arreglo ambicioso»,[6] mientras que «Yellow Butterfly», la segunda pista coescrita con Frederiksen, sigue siendo pop, pero con elementos progresivos.[17] Aunque existió una negociación con una discográfica de BMG Music,[13] al final Koch Records publicó el álbum en los Estados Unidos.[6] Para promocionar el álbum, se lanzaron cinco sencillos en un mes: «To Be No.[20][21][22][23][24] Según Rieckermann, East West se equivocó con la promoción porque, en vez de lanzar «Mysterious» como el primer sencillo, optó por «To Be No.[3] Lejos del desacuerdo, los sencillos tuvieron una nula atención en las listas musicales, salvo «To Be No.Además, destacó la «tremenda» voz de Meine, las «buenas canciones» y nombró a «Aleyah» como la mejor.[36] El periódico estadounidense Spartanburg Herald-Journal lo nombró un «álbum por encima de la norma», orientado a las baladas, con una «dirección sintetizada», «sin puñetazos de metal», con arreglos «creativos» y «mejoras electrónicas» que «no eran devastadoras, pero al menos distintivas».[38] El crítico canadiense Martin Popoff comentó que, al escuchar el álbum, «uno se sorprende cuán despiadadamente los grandes y célebres trineos de guitarras rítmicas de la banda han sido enviados al exilio».[43] Hasta el 2018, la empresa francesa Infodisc estimó sus ventas en ese país en 20 800 unidades, sin tener en cuenta streaming.[44] En los demás países europeos, la situación fue peor, debido a que entró en las listas de Finlandia, Hungría y Suiza en posiciones medias.