Mientras que, según el Estatuto de Roma, la esterilización forzosa constituye un crimen contra la humanidad.Bajo el amparo de la ley alemana, se les requirió a todos los doctores en el Reich reportar a sus pacientes que fueran personas con discapacidades mentales, enfermos mentales (incluyendo a la esquizofrenia y el trastorno bipolar), epilépticos, ciegos, sordos o físicamente deformes, y se impuso una alta multa monetaria para cualquier paciente que no fuera apropiadamente denunciado.El caso individual era luego presentado ante una corte de oficiales nazis y a los oficiales de salud pública que revisaban sus historias médicas, tomaban testimonio a sus amigos y colegas y eventualmente decidían si ordenaban o no realizar una operación de esterilización al individuo, usando la fuerza si es que era necesario.[3] Los Estados Unidos fue el primer país en emprender concertadamente programas de esterilización forzosa con propósitos eugenésicos.[4] Algunas esterilizaciones también tuvieron lugar en las prisiones y otras instituciones penales, fijando como objetivo la lucha contra la criminalidad, pero fueron una minoría relativa.Indiana se convirtió en el primer estado en promulgar legislación sobre esterilización en 1907,[6] seguida de cerca por Washington y California en 1909.Esto es, si la esterilización debía ser realizada, entonces no podía exceptuarse a los criminales de cuello blanco.En general, la mayoría de las esterilizaciones fueron realizadas bajo estatutos eugenésicos, en hospitales psiquiátricos y hospicios para discapacitados mentales.[9] Nunca existió un estatuto federal sobre la esterilización, aunque el eugenista Harry H. Laughlin, cuya "Ley Modelo para la Esterilización Eugenésica" fue la base de un estatuto ventilado en Buck v. Bell que propuso la estructura de uno en 1922.[13] Ni India ni China han tenido programas eugenésicos de esterilización; sin embargo, han tenido lugar esterilizaciones coercitivas sin la autorización del gobierno en China y bajo el mandato del gobierno indio.[15] En cambio, en China, se tomaron medidas enérgicas contra los oficiales que incentivaron la esterilización forzosa, los cuales fueron encarcelados por sus acciones.[16] En la primera parte de la era Shōwa, los gobiernos japoneses promovieron el incremento del número de japoneses sanos, al mismo tiempo que la disminución del número de personas que padecían retardo mental, discapacidad, enfermedades genéticas y otras condiciones que los llevaba a ser vistos como contribuciones "inferiores" al conjunto genético japonés.[21] Según la Ley de Protección Eugenésica (1948), la esterilización podía ser forzosa en criminales "con predisposición genética a cometer crímenes", pacientes con enfermedades genéticas, tales como hemofilia, albinismo e ictiosis, y afecciones mentales tales como esquizofrenia, trastorno bipolar y epilepsia.[34] Con el pretexto de la higiene racial que realizó el sueco Herman Bernhard Lundborg entre los sami y que además apuntaló intelectualmente la esterilización de "idiotas", indígenas, gitanos y personas vulnerables.[36] Los ginecólogos suizos practicaron esterilizaciones o castraciones forzosas a partir de 1898.[41][42] Entre los demás países que instauraron tales prácticas, se encuentran Australia, Noruega, Finlandia, Estonia, Eslovaquia, Suiza, Islandia y algunos países de Latinoamérica (como Puerto Rico; ver Operación manos a la obra).[47] Aunque la política se hubiese abolido oficialmente después de 1990, ciertos médicos continuaron este programa (la última víctima censada fue esterilizada en 2003).