Espeleotemas es la denominación formal para lo que comúnmente se conoce como «formaciones de las cavidades».
[1][2] La palabra, procedente del griego ‘depósito de las cavidades’, se refiere generalmente a depósitos minerales secundarios formados en cuevas tras la génesis de estas.
El tipo, en lo que a morfología de formas secundarias se refiere, se divide por el mecanismo o mecanismos del agua que lo han formado: goteo, flujo, inundación, géiser, capilaridad, condensación, aerosol, agua freática, filtración y vapor.
Otros factores pueden influir: aire, superficie de formación, agentes biológicos, etc.
Imagen Los espeleotemas de origen volcánico, normalmente en tubos volcánicos u otras cuevas volcánicas son conocidos como primarios, si bien en dichas formaciones pueden llegar a formarse espeleotemas secundarios de otros materiales, como calcita o yeso, pasado un tiempo.