Convirtiéndose en la manifestación cultural más importante de la ciudad, siendo proclamada como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco en septiembre del año 2009.La llegada de familias poderosas y aristocráticas como lo son los Valencia, Arboleda, Mosquera, entre otras; de igual forma se fue incentivando el arribo de nuevos artistas y maestros a Popayán, estos maestros de las Escuelas Quiteñas y Española comenzaron a engrandecer a la ciudad colonial con el estilo Barroco que la contrarreforma estaba promulgando en toda la Europa católica y que iba naciendo como un estilo criollo, fruto del sincretismo con influencias indígenas, locales e inclusive africanas, un común denominador en todo el arte del Virreinato del Perú.[3] En 1617 se dio por concluida la iglesia, para la cual se mando a elaborar un hermoso retablo a la naciente escuela de arte de la ciudad, siendo finalizado un altar de 3 nichos, separados por columnas salomónicas entre ellos, un expositorio en la parte inferior central sobre el cual se coloco al patrón del templo flanqueado por la Santísima Trinidad y la Virgen apocalíptica de Legarda, ambas esculturas quiteñas del siglo XVIII.El arribo del Ferrocarril del Pacífico en las primeras décadas del siglo pudo contribuir al fin del aislamiento y atraso que llevaba la ciudad debido a la decadencia en la que se encontraba desde la independencia, gracias a ser un punto estratégico desde su fundación como una escala de conexión entre Quito y Cali se reactivo lentamente la economía tras haber perdido el Cauca su amplia expansión territorial con el desmembramiento de 1910.Fue por iniciativa del maestro Guillermo Valencia que en 1939 se pudo fundar la Junta Permanente Pro Semana Santa de Popayán.Al ser electo presidente de la república Valencia trajo en 1960 desde España a la ciudad blanca al insigne escultor ibérico José Ascencio Lamiel[8] para emprender varios proyectos dentro de la Escuela Payanesa como la réplica del Santo Ecce Homo de Popayán que tardaría 6 años,[9] entre otras.Lastimosamente el esplendor de esta resurgidas expresiones de arte fueron efímeras dado que vieron su súbita interrupción el 31 de marzo de 1983 con el devastador Terremoto de Popayán que semidestruyó todo el centro y dejó a la ciudad en una situación económica terrible,[10] dado que no solo debían reconstruir las edificaciones históricas, sino que además se debían restaurar los pasos afectados por el sismo, por lo que no hubo sustentación monetaria para dar continuidad a la Escuela Payanesa.La escultura payanesa desde sus inicios fue influenciada por las características de la Escuela Quiteña, con su típico sincretismo entre la cultura europea e indígena con tintes renacentistas, barrocos y posteriormente del neoclasicismo tardío neogranadino.Con el descubrimiento de la ''técnica del encarnado'' (que consistía en la mezcla de la saliva del artista con vejiga de cordero) por los maestros quiteños tempranos en el siglo XVI, se dio una revolución en el arte colonial, dado a su particular brillo que otorgaba a las obras y se asemejaba al de la porcelana y que era desconocido para el Viejo Continente.Lastimosamente al ser casi la totalidad de las obras son fines religiosos y donaciones de familias ricas, se dio nula importancia al artista en la colonia que las hicieron y no se conservan sus nombres o sus firmas, pasando a ser creaciones anónimas.Las primitivas muestras se remontan al siglo XVII, dado que durante los primeros años tras la fundación solo se pudieron construir unas 3 iglesias que fueron derruidas en 1560 por un sismo.[4] Mientras que el ladrillo fue elaborado en lugares como Antón Moreno, el oriente del centro, entre otros sitios.otro ejemplo son los relacionados con los oficios religiosos católicos como las capas pluviales, mitras, paños, manteles y vestiduras para cada evento del calendario litúrgico que desde la colonia han sido de vital importancia para la ciudad.
Considerada la imagen más antigua de Popayán que aún se le rinde culto. Perteneciente a la Escuela Española del siglo
XVI
Imagen sevillana de La Dolorosa, traída en el siglo XVI
Única muestra de retablo del siglo
XVII
que aun se conserva, el de la Ermita
Único púlpito del siglo
XVII
que aun sobrevive, pertenece a la Ermita.
Dragón
de 7 cabezas representando los pecados capitales, parte del paso ''La Muerte'', Viernes Santo
Antonio Nariño orquestó uno de los saqueos de arte más grandes que ha sufrido Popayán
Mosquera fue el que terminó de expropiar todos los bienes conventuales y expulsando a todas las órdenes religiosas.
Imagen de ''La Piedad'', hecha a modelo de la del Vaticano. Esta efigie es una muestra cumbre de la Escuela Payanesa del siglo
XX
.
Imagen del ''Santo Ecce Homo de Julumito'', obra del almacén ''La Perla'' en el Popayán del siglo XX
''Cristo en Agonía'' Imagen Payanesa del Siglo XXI, obra de Francisco Javier Perugache