Ernst Jünger

Sin embargo, escapó del procesamiento gracias a los esfuerzos de su padre y pudo alistarse en el Ejército Imperial Alemán al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914.Durante una desafortunada ofensiva en 1918, Jünger resultó gravemente herido y recibió la Pour le Mérite, una extraordinaria condecoración para alguien de su rango.Durante la Segunda Guerra Mundial, Jünger sirvió como capitán del ejército en el París ocupado, pero en 1943 se había vuelto decisivamente contra el totalitarismo nazi, un cambio manifestado en su obra Der Friede (La paz).Unos meses más tarde, su hijo murió en combate en Italia tras haber sido condenado a un batallón penal por motivos políticos.En las últimas etapas de la Guerra Fría, sus escritos poco ortodoxos sobre el impacto del materialismo en la sociedad moderna eran ampliamente vistos como conservadores más que nacionalistas radicales, y sus obras filosóficas llegaron a ser muy apreciadas en los principales círculos intelectuales alemanes.Jünger fue enviado a un internado en Hannover, donde entre sus compañeros se encontraba el futuro líder comunista Werner Scholem (1895-1940).Mientras estaba de baja por convalecencia, asumió un puesto que su padre le arregló para convertirse en aspirante a oficial (Fahnenjunker).Organizó la evacuación de su hermano Friedrich Georg, que había resultado herido.Pour le Mérite, la más alta condecoración militar del Imperio Alemán, fue otorgada unas 700 veces durante la guerra, pero casi exclusivamente a oficiales de alto rango (y setenta veces a pilotos de combate).En 1932, publicó Der Arbeiter, que pedía la creación de una sociedad activista dirigida por guerreros-trabajadores-eruditos.Jünger volvió a rechazar un asiento que le ofrecieron en el Reichstag tras la ascensión al poder del Partido Nazi en enero de 1933, y rechazó la invitación para dirigir la Academia Alemana de Literatura (Die deutsche Akademie der Dichtung).Allí conoció a Jean Paulhan, Henry de Montherlant, Marcel Jouhandeau y Louis-Ferdinand Céline.Transmitió información sobre próximos transportes "con un nivel de riesgo aceptable" que salvaron vidas judías.Jünger consideró inaceptable el trato discriminatorio que sus compatriotas daban a los judíos franceses.Jünger consideró evitar la tarea, pero finalmente asistió para supervisar la ejecución, como afirmó en su diario, "con un espíritu de basta curiosidad".Fue claramente una inspiración para los conservadores antinazis en el ejército alemán, y mientras estuvo en París estuvo cerca de los viejos oficiales, en su mayoría prusianos, que llevaron a cabo el intento de asesinato contra Hitler.Una fuente (Friedrich Hielscher) afirmó que Hitler dijo: "A Jünger no le pasa nada".Cuando los comunistas alemanes amenazaron su seguridad en 1945, Bertolt Brecht les ordenó "dejar en paz a Jünger".Continuó escribiendo prodigiosamente durante toda su vida, publicando más de 50 libros.La novela Besuch auf Godenholm está claramente influenciada por sus primeros experimentos con mescalina y LSD.Jünger fue inmensamente popular en Francia, donde en un momento se imprimieron 48 de sus libros traducidos.Antonio Escohotado, uno de los primeros pensadores españoles en divulgar la obra de Jünger, describió La emboscadura en una reseña disponible (bajo dominio público) en su web que citamos a continuación: "Abrumados por la derrota y la miseria, no menos que por su responsabilidad en el Holocausto, los alemanes inauguraban una democracia muy vigilada, escindidos en hermanos irreconciliables por exigencias de la Guerra Fría.Dicha respuesta recae ahora sobre una figura que Jünger bautiza como el Emboscado, cuya esencia es “la persona singular soberana"."El auténtico problema es que una mayoría no quiere la libertad y aun le tiene miedo.Esta obra expone que la libre acción es el único poder que vence al miedo, si bien sólo allí donde además de resistencia al soborno o a la coacción es también “placer”, disfrute de sí misma.La emboscadura examina diversas estrategias de guerrilla para oponerse a lo intolerable -aliado primario del miedo-, llamándolo “crueldad” o violencia gratuita.Hacia 1977 escribe otra de sus obras más conocidas, Eumeswil, donde sobresale la figura del «anarca», personaje preconfigurado por Albert Camus en su libro L'homme révolté [El hombre rebelde] (1951)."El paso más rudimentario hacia la libertad es liberarse de toda servidumbre (creencia) política".En 1959 se le otorgó la Cruz del Mérito Federal, junto al pintor Otto Dix; y en 1982 recibió el Premio Goethe.En la actualidad, su obra está considerada como una de las mayores contribuciones a la literatura en lengua alemana en el siglo XX.
Trincheras alemanas en la Batalla del Somme (1916).
Ernst Junger durante la Primera Guerra Mundial portando su medalla de la Orden de Hohenzollern
Carta de Adolf Hitler a Ernst Jünger, 27 de mayo. 1926, Museo de Literatura Moderna, Marbach
Silla de lectura en la casa de Ernst Junger.
Casa de Junger en Wilflingen.