En época indeterminada, aunque se supone que pudo ser al final del siglo VIII a. C. o fines del VI a. C.,[5] Eretria y Calcis lucharon en una guerra llamada guerra Lelantina.
[8] Como resultado, el rey persa Darío I hizo un alto para castigar a Eretria durante su invasión de Grecia.
Pero pronto los eretrios, junto con el resto del imperio, encontraron la dominación ateniense opresiva.
Cuando los espartanos derrotaron a los atenienses en la batalla de Eretria en 411 a. C., todas las ciudades eubeas se rebelaron.
[13] Tras la derrota final por Esparta en 404 a. C., Atenas pronto restableció su hegemonía sobre Eubea, la cual era una fuente esencial de grano para la población urbana.
Los eretrios se rebelaron otra vez en 349 a. C., y los atenienses no pudieron recuperar el control.