Epistemología de la virtud

En este caso, la justificación nos da "derecho" a pensar o creer algo en la medida que se relaciona con las reglas del conocimiento humano.Pero las creencias no son, generalmente, formadas totalmente al azar sino que, por el contrario, dependen, por lo menos en parte, de nuestras acciones, experiencias e intenciones.La idea central se puede percibir como una tesis acerca de la dirección del análisis.Por ejemplo, aproximaciones clásicas al problema del conocimiento buscan justificar las creencias en términos normativos de un "deber epistémico", tales como creer basándose en la evidencia o usando un método confiable.Ninguno de esas aproximaciones justifica la creencia con referencia a la persona o su carácter ético.Similarmente, Linda Zagzebski plantea que el conocimiento es creencia verdadera si tiene su origen en actos de virtud epistémica.La necesidad de esa evaluación ética es algo que, en general, todos entendemos y llevamos a cabo en forma intuitiva.Lo anterior ha sido formalizado por Alvin Plantinga, quien argumenta en su "Teoría de la justificación" (warrant theory[6]​) que nuestras facultades intelectuales están diseñadas para capturar y producir creencias correctas o verdaderas, siempre y cuando se usen plenamente.De acuerdo con Plantinga, una creencia está justificada (warranted) cuando nuestras facultadas intelectuales están funcionando como deben.En otras palabras, y un poco más formalmente, todo lo anterior llama nuestra atención a la necesidad de ampliar el proceso que utilizamos a fin de obtener conocimiento verdadero, incorporando elementos que tradicionalmente no son considerados.Esto significa que el grado de confianza en una proposición no es constante, puede cambiar dependiendo del contexto.En este sentido, se puede decir que la epistemología virtuosa está centrada en las personas y no en las creencias.Y sugiere, por lo tanto, que de la coherencia no es posible obtener con seguridad conocimiento cierto.El fundacionalismo busca resolver ese problema con la introducción de conocimiento basado en la percepción.Pero esto nos lleva a otro problema fundamental: ¿cómo podemos generalizar desde una percepción particular al caso general?Y conocimiento en general como una creencia verdadera que está fundamentado de esa manera.Según esta visión, las virtudes epistémicas son no solo elementos o características individuales -tales como memoria, dedicación, percepción, etc.- sino también actos evaluados socialmente.Por ejemplo, en la sociedad presente, virtudes tales como creatividad, rigor intelectual, honestidad, busca por la verdad, etc.Para Montmarquet la virtud primaria es conciencia, que es la capacidad de vivir la vida intelectual correctamente.En orden a obtener esa conciencia es importante mantener imparcialidad, sobriedad de opinión y coraje intelectual.
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