Problema de Gettier

El problema de Gettier es un problema en gnoseología moderna que surge al presentar contraejemplos a la definición clásica de conocimiento como «creencia verdadera justificada» y que obligan a modificar la definición.Se pueden construir versiones más específicas a partir de la definición tripartita, por ejemplo especificando más en los puntos de justificación, creencia y verdad.Según Gettier, estos contraejemplos muestran que la definición de conocimiento como creencia verdadera justificada es errónea, y que es necesario un análisis conceptual distinto para definir al conocimiento.Con posterioridad otros filósofos han planteado nuevos problemas ligeramente diferentes.Al final Jones no consigue el trabajo, sino que se lo dan a Smith.Sin embargo, Smith descubre al abrir su monedero que tiene 10 monedas en él.El segundo contraejemplo enunciado por Gettier es: Smith tiene la creencia justificada de que «Jones posee un Ford».Smith concluye (justificadamente, por la regla de la regla de adición) que «Jones posee un Ford o Brown está en Barcelona», aunque Smith no tiene dato alguno sobre dónde está Brown.Jones no posee un Ford, pero por una extraña coincidencia, Brown se encuentra en Barcelona.Roderick M. Chisholm propuso el siguiente contraejemplo:[4]​ Un observador ve en la lejanía lo que le parece exactamente una oveja.Otro problema, propuesto por Brian Skyrms, se puede enunciar como sigue:[5]​ Un pirómano saca una cerilla de una caja de una marca que conoce bien, porque nunca le han fallado.Por tanto, cree justificadamente que si trata de encenderla la cerilla prenderá.El siguiente problema fue enunciado por Alvin Goldman:[6]​ Henry está conduciendo su auto por la carretera.A lo lejos, ve algo que parece ser exactamente un granero.Es decir, que cualquier creencia verdadera bien justificada es conocimiento, y en que cualquier caso de conocimiento la creencia estará bien justificada y además será verdadera.Además, puede ser que en muchos casos la definición sea suficiente, pero no en todos.La razón es que, aunque los casos afectados por problemas de Gettier son presumiblemente escasos, preferirían analizar todos los casos de conocimiento, no solo una parte.[2]​ Si se considera que la definición tripartita es necesaria y suficiente para tener conocimiento en los casos normales, dejando fuera los improbables casos de Gettier, la epistemología se enfrenta a la tarea de trazar un límite que separe estas dos clases de creencias.El problema es que esta propuesta es idéntica a la de infalibilidad, pues si no interviene el azar la verdad o falsedad de una creencia es ineludible y previsible, y por tanto la justificación es infalible.Mucha gente (quizá todo el mundo) cree en cosas falsas que desempeñan algún papel en sus razonamientos.De esta forma sus creencias verdaderas y justificadas no podrían considerarse conocimiento.La cuestión de qué significa exactamente "debilitarse seriamente" admite la solución siguiente:Esto conduce al escepticismo, pues siempre hay factores que se desconocen.Si solo se requiere que no haya verdades desconocidas relevantes que puedan refutar la creencia la propuesta se enfrenta a problemas muy similares a los de la propuesta de la eliminación de la falsedad caso anterior, pues hay que contestar nuevamente a la cuestión «¿cuan relevante ha de ser una verdad para que la consideremos relevante?».Según una propuesta de Goldman,[6]​ las creencias deben tener una relación causal apropiada con los hechos.En primer lugar, como apunta Dancy,[9]​ es delicado considerar que los hechos causan creencias.Son proposiciones verdaderas, pero según la teoría moderna de la causación las proposiciones verdaderas no son causas, solo pueden serlo los sucesos y quizá los agentes.Esta crítica puede resolverse si consideramos que el hecho futuro está causado a su vez por un hecho en el pasado que también causa la creencia, de forma que habría una relación causal apropiada, como el propio Goldman puntualiza.En este ejemplo, la señora Verde dirá que conocía que el señor Negro iría a la ciudad, y en efecto parece un buen ejemplo de conocimiento.[9]​[11]​ Frente a esta objeción, Goldman argumenta que su teoría se aplica solamente al conocimiento empírico, y que para el no empírico se puede emplear la definición tripartita clásica.