Epidemias de cólera en España

[1]​[2]​ En total, fallecieron unas 800.000 personas a lo largo de las cuatro pandemias que acontecieron en España durante ese siglo.

No obstante, la enfermedad del cólera fue una entre varias de las enfermedades contagiosas que azotaron el país.

Las sucesivas pandemias que sufrió el país provocaron una recesión económica, así como una oportunidad de cambio profundo en la sanidad e higiene en España.

Cabe mencionar que el terror causado en la población, debido a las muertes ocasionadas, fue motivo de revueltas populares e inestabilidad social.

[cita requerida] Desde el primer brote de 1817, ocurrido en la India, es conocida como una enfermedad pandémica.

En 1884, Robert Koch descubrió el origen de la enfermedad en forma de bacilo; el combate contra su avance tuvo ya desde ese año un sentido científico, no obstante aparecen brotes epidémicos a lo largo del mundo.

En el siglo XX, solo hubo dos brotes de cólera en España, que sucedieron en 1971 y 1979.

Se propaga con facilidad en las zonas húmedas, y su incidencia es mayor en los países de clima cálido.

Muchas de las actividades profilácticas estaban fundamentadas en las sangrías, que por su abundancia producían muertes por desangramiento.

A esta crítica contribuye el español Santiago Ramón y Cajal, que niega la efectividad del método propuesto por Jaime.

Finalmente, la vacuna no es aprobada oficialmente, y solo hasta junio de 1919, en un congreso internacional sobre higiene celebrado en París, terminó por ser aceptada públicamente.

El tratamiento actual consiste en una rehidratación del paciente con aporte de sales minerales, bien por vía intravenosa, bien por oral.

A pesar de todo, aparecieron dos nuevos brotes en España a mediados del siglo XX, que se acotaron con relativa facilidad, en los que el número de víctimas fue escaso, en comparación con los brotes del siglo XIX.

El cólera era una de las más temidas por la sociedad, pero no era la única que azotaba al país: un ejemplo eran la fiebre amarilla y la viruela.

[cita requerida] Desde la administración se tomaron las medidas preventivas para detener el avance, creyendo en las teorías clásicas epidémicas de la época.

[cita requerida] En esta época del siglo XIX se consideraba a la enfermedad del cólera como una enfermedad epidémica, en absoluto contagiosa, y por lo tanto se pensaba que el mejor proceder era poseer una buena higiene para no adquirirla.

Las principales teorías patogénicas sobre el morbo eran la nerviosa, espasmódica, humoral y gastroentérica o inflamatoria.

[3]​ El primer afectado se llamaba Francisco Conde, y vivía en las cercanías del arsenal de Vigo.

[cita requerida] El foco del sur de España fue más virulento, y se propagó con gran fuerza debido a las condiciones medioambientales, hasta llegar a Madrid, Toledo, Guadalajara, Soria, Ávila, Burgos y Cuenca.

Al principio, el brote sólo afectó a las clases bajas, pero fue subiendo en virulencia, y en 1854 se extendió por La Coruña, causando tres mil muertos, según una estimación del médico y alcalde coruñés, Narciso Pérez Reoyo.

Este brote atacó con mayor virulencia a las clases bajas, en especial las emergentes trabajadoras.

Llegó precedida por algunos fenómenos catastróficos, como terremotos y lluvias torrenciales, que crearon el caldo de cultivo para desarrollar la epidemia.

En julio de 1885, ya afectaba a poblaciones como Villacarrillo, Torreperogil, Cazorla, Arjonilla o Baeza.

Por ejemplo, en la prensa madrileña la situación real se disimuló hasta que el brote alcanzó la capital en 1834.

Las polémicas sobre los posibles tratamientos científicos, las discusiones sobre los más eficaces, todos ellos fueron de gran trascendencia y crearon alarma social.

Cabe destacar la vacunación de Ferrán y la polémica nacional desatada en torno a la misma.

[16]​ En muchos cementerios, se mantenían abiertas fosas "familiares", a la espera de nuevos fallecimientos entre los parientes cercanos para taparlas cuando quedaran llenas.

Señor de las Tribulaciones , imagen a la que se le atribuyó la finalización del cólera-morbo-asiático en Santa Cruz de Tenerife , en 1893.